¿Qué es el mal en filosofía?

La Balsa de la Medusa de Jean Louis Théodore Géricault

La idea de mal tiene un carácter relativo en filosofía y más que una definición de lo que es por sí mismo la tiene en relación por oposición a la idea de bien. Es "mal" aquello que reprueba o genera aversión al ser humano o lo opuesto al bien. Sobre como contemplan el mal el cristianismo y otras religiones podéis encontrar más información en este artículo.

Cabe distinguir otra identificación, es "mal" lo negativo y es "bien" lo positivo. Lo que sería bueno o malo serían las consecuencias derivadas de acciones y, además, de acciones humanas.

Las consecuencias de causas no humanas pueden ser perjudiciales o negativas, o beneficiosas y positivas, pero no serán ni buenas ni malas porque carecen de valoración moral.

Lo moral solo entra en relación con lo humano porque las consecuencias buenas o malas de las acciones humanas obedecen a decisiones llevadas a la práctica que, en última instancia, representan una elección con una implicación o carga moral.

El mal es circunstancial en la medida que se plasma en hechos, todo aquello que quede en el campo de la imaginación o las ideas no será malo ni bueno, porque simplemente es una especulación no materializada.

De ahí el carácter necesariamente fáctico, como hecho consumado o intentado, de algo "malo". Y que eso sea "malo" o un "mal" se define por el perjuicio causado a terceros inocentes.

Es más fácil medir el mal por sus consecuencias que por sus intenciones, es más, generalmente -y salvo casos extremos- la resultante negativa que es el mal se cubre de discursos justificativos e incluso pretende remitirse a causas morales de orden superior que lo "hacen necesario".

Precisamente la idea de "justificación de Dios" frente a la existencia del mal es lo que llevo a Leibniz a plantear la Teodicea", tema sobre el que podéis leer aquí.